06 de julio de 2018

Charla de la Dra. Mabel Urrutia, en el inicio del año académico de Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación de la UCM.

La electrofisiología, es una es una técnica de potenciales cerebrales (N400) que detecta ondas cerebrales de bebés recién nacidos y que puede servir para distinguir a niños que posteriormente serán lectores deficientes o disléxicos para una intervención temprana.

Así lo explicó la doctora en lingüística Mabel Urrutia, quien fue la invitada central de la inauguración del año académico de la Escuela de Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Católica del Maule.

En su charla “Electrofisiología de la lectura: ¿qué pasa en el cerebro cuando lees?”, la experta detalló que “El estudio que realizamos concluyó que los potenciales relacionados a eventos (ERP) son una herramienta útil para explorar las diferencias entre buenos y malos lectores. Los buenos lectores son eficientes al activar el significado dual en etapas tempranas de la lectura de oraciones contrafactuales, distinguiendo claramente entre el contexto factual y el contrafactual. Mientras, que los malos lectores, activan asociaciones básicas, basadas en las palabras para construir el significado de la frase”, señaló la investigadora.

Agregó, la Dra. Urrutia que “Los buenos lectores llegan a niveles más altos de la comprensión (informe PISA, 2009), puesto que son capaces de comprender información implícita y explícita y consiguen inhibir los prejuicios provenientes del conocimiento del mundo a la hora de enfrentarse a una información nueva; y los malos lectores hacen inferencias de bajo nivel y relacionan la información del texto con su experiencia cotidiana. Además, tienen problemas para decodificar palabras en contextos de baja y alta predictibilidad”, afirmó.

Leer lo que nos gusta

En el marco de este evento, la Dra. Urrutia dio su opinión sobre los resultados de la prueba Simce 2017, sobre lo cual comentó que “Los problemas fundamentales son los hábitos lectores, es decir, los estudiantes tienen malos hábitos, no leen con frecuencia, no saben si tienen alguna preferencia en la lectura. Además, en la escolaridad todavía la lectura obligatoria es la literatura clásica, claro que este tipo de lectura tiene una activación neural mayor que leer un bestseller, pero hay que comenzar con este último para llegar al libro clásico, y el profesor tiene la libertad de elegir esta metodología. Por eso sería recomendable que los alumnos puedan descubrir qué es lo que les gusta leer para que sea una lectura más placentera, y esa motivación a leer les permita tener mejor comprensión lectora”, expuso.

Con respecto a la función que juega el docente en la obtención de mayor rendimiento en la comprensión lectora, la académica afirmó que “El rol lo tienen todos los profesores, el problema es que se le ha adjudicado solo al profesor de lenguaje, cuando se debe tomar en cuenta que en las matemáticas también se hace uso de la comprensión lectora, en la historia que tiene que leer acontecimientos históricos. Por eso debería ser una competencia transversal, donde los profesores de distintas disciplinas intervengan y no sólo el profesor de literatura”, finalizó.